Hoy quiero dedicar esta entrada en recuerdo de uno de mis
maestros en el mundo del asesoramiento de la empresa familiar, Adolf
Vilanova. Durante años profesor de la
Escuela de Negocios ESADE (Barcelona), lugar en donde le conocí en mis años de
estudio en dicha Escuela y con el que compartí enseñanzas y consejos que nunca
olvidaré.
Tuve el honor de recibir de su pluma el Prólogo a uno de
mis libros “La Familia Empresaria. Aprenda a Diagnosticar sus Déficits y
Potencialidades”. Prólogo que en su recuerdo os dedico a continuación.
Descansa en Paz.
Gracias Maestro… por tu sabiduría y
generosidad.
Fernando Nogales
PRÓLOGO
Prologar un libro siempre es un placer y a
la vez un reto. Si el libro trata de
empresa familiar, ámbito en el que llevo trabajando muchos años, me resulta
especialmente grato por serme tan próximo. Pero si este libro ha sido escrito
por Fernando Nogales, entonces asoma la duda en forma de pregunta: ¿podré
aportar ideas distintas que sean del interés de los lectores o que puedan
sugerir nuevas ideas? No en vano Fernando, como buen profesional, tiene
integrada la diferencia entre “el hablar y el dar trigo...”.
A pesar de todo ello, ha podido más la
ilusión de colaborar con un amigo, a quien tuve el placer de tener como alumno
de ESADE.
Si
allá por los años ochenta ya se adivinaba que podría ser un buen profesional
para las familias empresarias, la realidad ha superado mi pronóstico: hoy día,
Fernando es un referente en el entorno de las empresas familiares, y por tanto,
un experto muy valorado por todos aquellos que hemos hecho una misma opción de
vida.
En
este ámbito queda mucho trabajo por hacer y camino por andar. Por ello, es muy
importante poder recurrir a personas preparadas que nos ayuden con nuevas
reflexiones y planteamientos, a los que el autor ya nos tiene acostumbrados en
sus libros publicados o intervenciones profesionales.
Afortunadamente,
no se ha dicho todo y posiblemente nunca podremos dar por terminado el camino
que, entre todos, vamos haciendo. Por ello, en este entorno tan variopinto,
siempre son bienvenidos nuevos planteamientos, ideas y enfoques.
Pero,
quizá lo que se eche más en falta sean propuestas de nuevas herramientas,
enfoques novedosos y preguntas que nos cuestionen lo que damos por inamovible.
En el
caso que nos ocupa, a todo lo anterior hay que añadir el rigor metodológico,
humildad y sencillez en la expresión, y aquella mirada de comprensión y
complicidad que hace del experto la mano amiga que ayuda y no el juez que dicta
sentencias.
Hay
que admitir que todavía en el mundo de la empresa y la familia hay muchos
secretos por descubrir e ideas novedosas para poner en práctica. Libros como el
que usted, querido lector, tiene entre sus manos, le podrán ayudar en estos
menesteres.
En un
entorno de cambios exponenciales, hemos de descubrir respuestas ágiles y de
fácil aplicación si no queremos quedarnos atrapados por modelos y prácticas
quizás hoy día superados. Frente a la complejidad actual, la respuesta más
idónea pasa por el sistema de soluciones inmediatas de “prueba-error”. Sin que
todo ello nos haga olvidar que los profesionales solo somos una parte de este sistema
tan complejo.
Hoy
nuestros retos son: flexibilidad, rapidez de adaptación y hacer del cambio
nuestro aliado permanente en la gestión. En un mercado tan dinámico lo que se
precisa son respuestas imaginativas como base de actuación.
Por
todo lo anterior, me ha encantado de Fernando sus propuestas metodológicas
desde ópticas poco frecuentes, que nos llevan necesariamente por caminos
inexplorados. Él ha sabido hacer de la diversidad y la novedad retos abordables
desde lógicas sorpresivas. Por ejemplo:
-
Cuando
diferencia empresa de negocio. Para muchos profesionales ambos términos son
sinónimos. Pero confundirlos y no diferenciarlos en su tratamiento sería un
grave error. Error en el que se incurre más veces de las que quizás se puedan
considerar tolerables.
-
Las
empresas, y más las familiares, tienen que saber escoger estratégicamente sus
mercados y sectores propios y más idóneos a su componente familiar. Pasarlos
por alto o no diferenciar sus orígenes puede significar tener que pagar un
precio muy alto, imposible de superar. “Arrieros somos y por el mismo camino
andamos”.
-
Hemos de ser
capaces de hacer frente a unos mercados que fundamentalmente se diferencian
entre si por lo novedoso de los productos o lo funcional de sus servicios.
-
Otra
aportación muy sugerente: “es más fácil entender el negocio y la empresa que
liderar la familia”. Totalmente de acuerdo, porque lo primero es una cuestión
de capacidad y dedicación y lo segundo de reconocimiento. No siempre quienes
tienen ambas cualidades consiguen además seguidores propios. Quizás les pueda
faltar el carisma, la sintonía o lo que nosotros llamamos “hacer el clic a
nivel del equipo”.
-
Los cuadros
que recogen los distintos ámbitos de empresa y familia dentro del proceso
sucesorio son sencillos pero muy sugerentes. Por ello no es de extrañar tantos
rechazos como se dan en muchos casos reales, en los que todos tropezamos,
porque previamente no se han sabido diferenciar convenientemente dos entornos
tan distintos como el de la empresa y el de la familia.
Resumiendo, aquí está el nudo gordiano dónde quedan
presas muchas de las familias empresarias.
-
El capítulo
VIII sobre el modelo teórico de diagnóstico familia-empresa es una magnífica
herramienta y a la vez un novedoso aporte para valorar conjuntamente toda la
familia sobre su propia empresa, los grandes o pequeños recursos de los que
dispone, y sus retos tan complejos como decisivos a los que tendrá que hacer
frente.
Por
todo lo cual, solo me queda reconocer el esfuerzo para sistematizar el factor
más importante para la continuidad de las empresas familiares como son los
modelos de diagnóstico familia-empresa traducidos a herramientas que aportan
rigor teórico y practicidad en su uso, dos elementos esenciales para la
continuidad de las empresas familiares.
Pensamos
que los cuestionarios, tanto como las guías o mapas para su correcta
interpretación y posterior utilización, son sin lugar a dudas una aportación
singular y de gran valor añadido para las empresas y sus familias.
Todas
estas herramientas pueden ser de una gran ayuda para los profesionales de la
consultoría que, en según qué situaciones, son valorados como magos (o peor,
manipuladores); cuando sí las herramientas de análisis son rigurosas, la verdad
es que son un magnífico soporte tanto para los profesores que dictan esta
asignatura, como para las familias que han asumido el reto de traducir una idea
o ilusión en una realidad admirable.
No
sólo, pues en el entorno de las empresas familiares no hay que centrarse
solamente en la funcionalidad de las herramientas escogidas sino sobre todo en
la voluntad, capacidad y ética de los profesionales que ayudan a servirse de
ellas.
Una
vez más, Fernando, felicidades y sigue por este camino que es una opción muy
útil para ambos colectivos del mercado, empresarios y asesores. En nombre de
estos últimos, muchas gracias.
Adolf
Vilanova
Profesor
de ESADE y consultor de empresas familiares
Barcelona,
septiembre de 2007